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Los hongos de Sonora, riqueza científica poco explorada

Forum Noticias. En el Gran Desierto de Altar y El Pinacate, en Sonora, se ha encontrado una gran variedad de especies de hongos que son endémicas de la región, que podrían contribuir en la investigación científica, dijo Aldo Hiram Gutiérrez Saldaña, durante el Taller “Los hongos de las zonas áridas de México”, que se llevó a cabo en la Feria Internacional del Libro, Guadalajara 2016.

El libro, Hongos de reserva de la Biosfera: El Pinacate y Gran Desierto de Altar, en el que participó el maestro Gutiérrez Saldaña, es un estudio amplio en la zona, en la que realizó ocho muestreos que abarcaron las cuatro estaciones del año, en tres tipos principales de vegetación: Matorral desértico micrófilo, vegetación de desiertos arenosos y matorral sarcocaule. En el estudio se encontraron 72 especies que corresponden a Myxomycetes (27), Ascomycetes (10), y Basidiomycetes (35).

La importancia de los Myxomycetes para los ecosistemas (como Badhamia rhytidosperma, Badhamia spinispora, y Physarum robustum), radica en su nutrición fagotrófica, porque se alimentan de levaduras de bacterias, esporas de hongos, protozos, y también sirven de alimento para otros organismos como los artrópodos.  Para el ser humano son de gran importancia científica ya que se han utilizado en múltiples estudios de tipo médico, genético, bioquímico y fisiológico.

Los Ascomicetos son el grupo más diverso en los hongos pues incluye a Didymosphaeria fulitis, Lophotrichus martinii, Montagnula infernalis, Patellaria atrata, Thyridaria macrostomoides y Valsaria rubricosa y tienen una amplia distribución geográfica tanto en los continentes como en los océanos. Pueden ser saprobios (que utilizan para su nutrición residuos provenientes de otros organismos), parásitos (compiten por el consumo de sustancias que ingiere el huésped) o simbiontes (se asocian con otros organismos para beneficiarse mutuamente). Las esporas se dispersan por medio del viento, la lluvia, por insectos y otros animales. Tienen relevancia económica por la producción de metabolitos utilizados en la industria farmacéutica y alimenticia.

Ecológicamente, los Basidiomycetes, entre ellos Geastrum berkeleyi, Geastrum schimidelii y Tulostoma mohavei, son organismos presentes en las zonas áridas, tropicales y templadas del planeta y pueden ser saprobios, parásitos o simbiontes. Como saprobios degradan la materia orgánica y entre ellos destacan los que habitan en la madera y la descomponen al alimentarse de la celulosa, hemicelulosa y lignina.

Entre los parásitos, están los de importancia agrícola y forestal, como las royas y carbones que causan pérdidas millonarias en los cultivos de trigo, maíz y avena, entre otros.

A pesar de la gran riqueza de hongos que tiene esta región sonorense, “en el estado, no existe una cultura de hongos, la gente si conoce el champiñón es mucho, la realidad es que a la mayoría de las personas les dan miedo. Por donde trabajamos, inclusive encontramos una ganoderma, el cual es un hongo muy medicinal, de hecho los estudios que se han realizado a esta especie de hongo, muestran que contiene más de 400 compuestos bioactivos y lo mejor de todo es que esto se encuentra en nuestro país”, confirmó el maestro Aldo Gutiérrez.

Los hongos al participar activamente en los procesos de reciclamiento de la materia orgánica, en la formación y conservación del suelo, además de mantener el equilibrio de los ecosistemas naturales a través de sus relaciones con otros organismos, juegan un papel ecológico decisivo en la naturaleza.

“Hay una gran variedad de hongos que nos causan beneficios, por ejemplo, los de importancia industrial que producen antibióticos y vitaminas en la industria farmacéutica, o en la industria de las fermentaciones, se utilizan para elaborar vinos, licores, cerveza, quesos, o para producir saborizantes como el ácido cítrico, o en la industria del pan, en la extracción de enzimas para detergentes biológicos, o en el cultivo industrial de los hongos comestibles como el champiñón y las setas”.

Por último, se tienen a los hongos de importancia etnobiológica, los cuales el hombre ha utilizado a través de la historia en diversas culturas. Principalmente, los hongos comestibles silvestres que usa como alimento, además de los medicinales que forman parte de la medicina tradicional, para curar algunas enfermedades.

También están los hongos alucinantes empleados por diversas culturas del mundo y en especial en México, en ceremonias mágico-religiosas para comunicarse con los dioses o curar ciertas enfermedades, como expone el libro.


Emiliano Cassani/FCCyT

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