Forum Noticias. La Luna, Marte, Mercurio y algunas formaciones como el Cinturón de Orión pudieron ser apreciados por los miles de participantes en la octava edición de La Noche de las Estrellas. Sin embargo, en el cielo de la Cuidad de México podrían verse de noche más de 3 mil estrellas si las luminarias estuvieran dirigidas hacia el suelo, comentó el astrónomo francés Bruno Monflier.

Ante jóvenes, niños y familias enteras que se congregaron en la zona conocida como Las Islas de Ciudad Universitaria, el especialista precisó que la mejor forma de ver dichas estrellas es proteger los cielos oscuros, eje temático del encuentro realizado en todo el país y en distintas ciudades del mundo.

“Los jóvenes y toda la gente deben darse cuenta de que es un problema que depende de su voluntad y que pueden hacer presión sobre los políticos para proteger sus cielos”, explicó Monflier al Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

El experto francés ofreció la conferencia magistral “Las 1001 razones para proteger la noche”, como parte de las actividades que fueron disfrutadas por familias enteras en Ciudad Universitaria.

 

El derecho a los cielos oscuros

Con sus conferencias, talleres y actividades entre las que destacaron la observación con telescopios, La Noche de las Estrellas se ha transformado en un encuentro que trasciende más allá de nuestras fronteras, comentó William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De 26 sedes y alrededor de 30 mil participantes en su primera edición, realizada en 2009, ahora alcanza los más de 150 mil participantes en más de 90 sedes, no solo de México, sino en ciudades de Colombia y Argentina.

“En los ambientes urbanos hemos perdido la capacidad y la conexión con el cielo. Ver las estrellas todos los días es muy importante, es algo que se debe aprender desde chico para valorarlo. En México hay sitios en Baja California donde ya hay una legislación para tratar de controlar ese asunto (preservar los cielos oscuros) porque es algo también de importancia energética”, recordó Lee Alardín.

A su vez, José Franco, titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, añadió que una fracción importante de los impuestos de los municipios es invertida en alumbrado público que no ilumina hacia el suelo, se disemina en todas direcciones, lo que dificulta y en ocasiones hace imposible la observación del cielo, se está desperdiciando e incluso generando emisiones de efecto invernadero.

“Los desperdicios son muchísimos, además de que en los lugares sobre iluminados la gente no puede descansar de manera adecuada en la noche, lo que tiene efectos psicológicos, afectando el descanso, la generación de neurosis y entonces, hay un problema de salud pública”, precisó Franco.

Una de las soluciones, destacó, además del cambio de luminarias, es la concientización de que se trata de una problemática que afecta no solo a la economía humana, sino a muchas especies animales que dependen de la oscuridad para realizar sus actividades.

Por ello, encuentros como La Noche de las Estrellas buscan sembrar una semilla de curiosidad en los asistentes para que reduzcan sus consumos habituales de luz eléctrica y que aprecien más el cielo, no solo de la Ciudad de México, sino de los alrededores, ahora que se viene la temporada de vacaciones y varias personas pueden salir a sitios alejados de la contaminación lumínica.

 

Diana Saavedra/FCCyT