Importancia de la Cumbre para la Tierra celebrada en Río de Janeiro — ecologica
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Importancia de la Cumbre para la Tierra celebrada en Río de Janeiro

En 1992, se celebró Río de Janeiro, Brasil, la reunión más importante de líderes mundiales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo. En la Cumbre para la Tierra se firmó un conjunto de acuerdos histórico, entre ellos había dos vinculantes: 1) la Convención sobre el Cambio Climático, que apunta a las emisiones de gases de efecto invernadero originadas en la industria y en otras fuentes, como el dióxido de carbono, y 2) el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el primero mundial sobre la materia. Ha obtenido una aceptación rápida y generalizada. Más de 150 gobiernos firmaron el documento en la Conferencia de Río, y desde entonces más de 187 países han ratificado el acuerdo.

El convenio tiene tres objetivos principales: a) conservar la diversidad biológica; b) utilización sostenible de los componentes de la misma, y c) participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. El convenio reconoce, por primera vez, que la conservación de la diversidad biológica es “una preocupación común de la humanidad” y parte integral del proceso de desarrollo.

El acuerdo abarca todos los ecosistemas, especies y recursos genéticos. Vincula los esfuerzos tradicionales de conservación de la meta económica de utilizar los recursos biológicos de manera sostenible.

En él se establecen principios para la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, en particular los destinados al uso comercial. También cubre el campo de la biotecnología, aborda el desarrollo y transferencia de tecnología, la distribución de beneficios y seguridad de la biotecnología. Es importante destacar que los países que se adhieren al convenio están obligados a aplicar sus disposiciones.

De esta manera, los encargados de tomar decisiones en cada país, deben tener presente que los recursos naturales no son infinitos y por ello se necesita utilizarlos de manera sostenible. Mientras los esfuerzos de conservación realizados en el pasado tenían como objeto la protección de especies y hábitats en particular, el convenio reconoce que ecosistemas, especies y genes pueden utilizarse en beneficio de los seres humanos. Pero de una manera y a un ritmo que, a largo plazo, no lleve al deterioro de la diversidad biológica.

El convenio también orienta sobre la adopción de decisiones sobre la base del principio de precaución: cuando existe una amenaza de reducción o pérdida importantes de la diversidad biológica, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como una razón para aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al mínimo dicha amenaza.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica reconoce que se precisan inversiones considerables para conservar la diversidad biológica. Pero la conservación traerá en cambio importantes beneficios ambientales, económicos y sociales.