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También las plantas desaparecen

Con información proporcionada por la agencia de noticias EFE

Tres especies de plantas con semillas han desaparecido cada año desde 1900; un ritmo 500 veces superior al que se esperaría si solo les afectaran las fuerzas naturales. Así lo revela un estudio realizado sobre la extinción de las plantas y que acaba de publicar la revista Nature Ecology & Evolution.

El proyecto examinó más de 330 mil especies y descubrió que las plantas de las islas y los trópicos tenían muchas más posibilidades de desaparecer, así como los árboles, los arbustos y las plantas perennes, independientemente de su ubicación.

La encuesta incluyó el mayor número de especies de plantas utilizado en cualquier otro estudio realizado hasta la fecha, afirmó Stuart Pimm, científico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte (EEUU). “Sus resultados son enormemente significativos”, añadió.

El trabajo se realizó a partir de una base de datos recopilada por el botánico Rafaël Govaerts en el Royal Botanic Gardens de Londres. Govaerts se asoció con la bióloga evolutiva de plantas Aelys Humphreys (labora en la Universidad de Estocolmo, Suecia) y compararon las tasas de extinción en diferentes regiones y ambientes, y entre las plantas que se renuevan cada año y las perennes.

Los investigadores descubrieron que aproximadamente mil 234 especies se habían declarado extintas desde la publicación del compendio de especies de plantas de Carl Linnaeus, Species Plantarum, en 1753. Sin embargo, más de la mitad de esas especies fueron redescubiertas o reclasificadas como otras especies vivas, lo que significa que se presumen unas 571 desaparecidas (cifra que triplica el número de aves, mamíferos y anfibios desaparecidos en los últimos dos siglos).

Un mapa de extinciones de plantas producido por el equipo muestra que la flora en áreas de alta biodiversidad y poblaciones humanas en crecimiento, como Madagascar, las selvas tropicales de Brasil, India y Sudáfrica, están en mayor riesgo. Humphreys señaló que las tasas de extinción en los trópicos están más allá de lo que los investigadores esperan, incluso cuando explican la mayor diversidad de especies en esos hábitats.

Las islas son particularmente sensibles porque es probable que contengan especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo y son especialmente susceptibles a los cambios ambientales, explicó Humphreys. “Escala masiva de destrucción” Jurriaan de Vos, filogenetista de la Universidad de Basilea (Suiza), señaló que algunas especies de plantas están “extintas funcionalmente”, es decir, que están presentes solo en jardines botánicos o en cantidades tan pequeñas en la naturaleza que los investigadores no esperan que la población sobreviva.

“Puedes diezmar una población o reducir una población de mil a uno y la cosa todavía no está extinguida”, dice De Vos. “Pero eso no significa que todo esté bien”. El científico apuntó que “pocos investigadores tienen el dinero o el tiempo para lanzar un esfuerzo integral para encontrar una especie de planta que creen que podría haberse extinguido. Los paisajes pueden cambiar mucho en un tiempo relativamente corto, por lo que es difícil saber si una especie realmente ha desaparecido sin un extenso seguimiento”.

De Vos recordó su propio trabajo en Camerún para reunir especies de begonias amarillas y visitó varios sitios donde los registros indicaron que otros investigadores habían recolectado las plantas en décadas pasadas. “A veces llegaba a un sitio solo para encontrar un paisaje radicalmente cambiado. Sabes que es una especie de selva tropical, pero te encontrabas parado en una ciudad”, comentó De Vos. “Entonces te das cuenta de cuán masiva ha sido la escala de destrucción o el cambio de uso de la tierra en los últimos 50 u 80 o 100 años”, concluyó.