Mareas rojas en las costas de México: estado actual y perspectivas — ecologica
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Mareas rojas en las costas de México: estado actual y perspectivas

Lorena M. Durán-Riveroll, Christine J. Band-Schmidt, Yuri B. Okolodkov y Antonio Almazán-Becerril

Los florecimientos algales nocivos (FAN), conocidos como “mareas rojas”, son causados por el aumento en la concentración de microalgas o cianobacterias, que habitan normalmente los cuerpos de agua dulce, salobre o marina del planeta.

Durante un FAN, la abundancia de estos microorganismos llega a ser tan alta que en algunas ocasiones se puede observar un cambio en la coloración de la superficie acuática que puede ser rojiza, anaranjada, verde o bioluminiscente que produce un hermoso espectáculo nocturno.

En las últimas décadas se ha registrado un aumento en la frecuencia, duración, distribución e intensidad de los FAN a nivel mundial. Igualmente en las intoxicaciones humanas producidas por el consumo de peces o mariscos que, a su vez, han consumido a estos microorganismos. Las hipótesis sobre este aumento apuntan hacia el cambio climático global, los impactos de las actividades humanas en los litorales por la producción de bienes y servicios, y por la explotación de los recursos costeros.

La contaminación como factor de los FAN

En el Golfo de México, la mayor parte de los estudios sobre FAN se han realizado en los estados de Veracruz y Yucatán. En la primera entidad, los registros de FAN datan de 1792, probablemente por la importancia y uso extendido del puerto. En Yucatán, los eventos más intensos se reportaron en 2001, 2003, 2008 y 2011. De 2001 a 2013 se observó un incremento en la duración de los eventos de FAN desde diez hasta 150.

En el Caribe mexicano, la biomasa de fitoplancton se mantiene baja, lo que implica que los florecimientos algales causados por organismos planctónicos sean raros. No obstante, existen dinoflagelados en los fondos, responsables de producir las toxinas involucradas en la intoxicación por ciguatera, la cual es común en la zona.

En el Pacífico tropical mexicano, uno de los puertos más importantes es Salina Cruz, Oaxaca. En él se encuentra la refinería Antonio Dovalí Jaime, que abastece al suroeste del país. Desde que inició sus actividades en 1979, los efectos negativos de sus descargas en la bahía han sido una preocupación constante de las comunidades locales. Debido a las actividades de este puerto, la mayoría de los estudios de contaminación se han enfocado al análisis de la calidad de los sedimentos que evidencian la contaminación por actividades humanas.

Otro importante puerto comercial de altura en el país es el de Manzanillo, considerado el de mayor movimiento de carga de importación y exportación en Latinoamérica. A pesar de su relevancia portuaria y la visible contaminación en el lugar, no hay estudios sobre su calidad ambiental y de haberlos, es imposible encontrarlos.

En esta región, a pesar del esfuerzo científico, se tienen pocos registros sobre especies formadoras de FAN. Los estudios han sido puntuales y los reportes se concentran principalmente en las regiones donde se concentran los investigadores: las bahías de Manzanillo y Santiago en Colima; la de Acapulco en Guerrero, y zonas puntuales de las costas de Oaxaca y Chiapas.

Esto es preocupante debido a que es una de las regiones donde existe el mayor número de registros de intoxicaciones en humanos por toxinas paralizantes reportadas desde 1976.

El Golfo de California no está exento de problemas ambientales. Se ha propuesto que en la zona existen cuatro impactos principales:

Sobrepesca de camarón y algunas especies de peces, incluyendo el alto impacto de la captura incidental debida a la falta de regulación y escaso monitoreo o aplicación de las regulaciones actuales.

Variabilidad y cambio climático.

Contaminación por actividades económicas y por la presencia de población humana.

Daño y/o alteración de hábitat.

De estos cuatro problemas identificados, los que más se han asociado con el desarrollo de FAN son los cambios climáticos y la contaminación por nutrientes. Las principales fuentes de contaminación provienen de descargas de aguas municipales e industriales, escurrimientos de suelos agrícolas, ganaderos y de instalaciones acuícolas, así como por nutrientes y pesticidas empleados en la agricultura y contaminantes atmosféricos.

En esta región, los FAN son eventos frecuentes. Se registran intoxicaciones humanas y se relacionan con mortandades de aves, peces, mamíferos marinos y en cultivos de camarón. Los primeros reportes de FAN datan desde la llegada de los españoles en el siglo XVI; sin embargo, fue hasta 1979 que los científicos le dieron mayor atención a su investigación.

El motivo fue que en este año un evento muy extenso causó la intoxicación de varias personas por consumo de moluscos contaminados con toxinas paralizantes en las costas de Sinaloa. En 2015, en el alto Golfo de California un FAN ocasionó el cierre de la pesquería de almeja generosa que contenían altas concentraciones de toxinas paralizantes. Esta veda duró varios meses y afectó de manera importante a la economía local.

Situación de los FAN en México y su estudio

En nuestro país aún son escasos los estudios sobre FAN, sus causas y consecuencias. Por ello es urgente fortalecer la investigación y las estrategias de monitoreo. Sus impactos socioeconómicos incluyen no solo daños en el ecosistema y mortalidad de especies de importancia biológica. También en el turismo, aumento en el costo de salud pública, en el monitoreo de fitoplancton y de toxinas. Todo ello no se considera en el gasto público. Tampoco se han estudiado las consecuencias económicas.

Sin embargo, está demostrada la presencia de varias especies tóxicas y se cuenta con información sobre los eventos recientes y su posible relación con condiciones hidrológicas y con la contaminación costera. También con registros de mortandades de fauna marina y probables intoxicaciones humanas pero falta establecer con precisión las conexiones con estos fenómenos, ya que es común que se detecten los efectos una vez que el FAN ha desaparecido.

El establecimiento y seguimiento de programas de monitoreo eficientes y el apoyo a programas de investigación dotará de mayor conocimiento sobre los riesgos y las consecuencias de los FAN en México. Es de extrema importancia facilitar la información necesaria a las comunidades en riesgo y a los trabajadores de los centros de salud para la correcta identificación, registro y tratamiento de intoxicaciones por ficotoxinas, ya que en muchos casos es fácil confundirlas con infecciones bacterianas o virales.

Para prevenir los males antes citados, es necesario el trabajo coordinado con las autoridades de salud, los pescadores, acuicultores y científicos (y entre científicos), para enfrentar y entender los retos que vienen. También, crear programas de investigación nacionales e internacionales, y reforzar los existentes.

Lorena M. Durán-Riveroll
Conacyt - Departamento de Biotecnología Marina,
Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, México
Correo-e: [email protected]

Christine J. Band-Schmidt,

Yuri B. Okolodkov,

Antonio Almazán-Becerril