Incendios en Estados Unidos y en Canadá durante el mes de julio pasado — ecologica
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Incendios en Estados Unidos y en Canadá durante el mes de julio pasado

Los bomberos en el oeste de Estados Unidos y Canadá lucharon varias semanas contra numerosos incendios forestales a medida que el clima cálido y seco empeoraba las condiciones de sequía.

Un incendio forestal que ardía en el sur de Óregon, cerca del límite con California, se expandió a más de 600 kilómetros cuadrados, provocando evacuaciones e interrumpiendo las líneas de transmisión eléctrica que suministran electricidad al estado de California.

Los bomberos no tuvieron mucho alivio en esos días por las condiciones prevalecientes: secas y ventosas, con temperaturas muy por encima del promedio.

California lidia con el mayor incendio forestal del año, que se quema justo al norte del lago Tahoe. El Beckwourth Complex Fire creció a 348 kilómetros cuadrados de tamaño, mientras que los bomberos lograron contenerlo muy lentamente.

Las autoridades de energía de California instaron a las personas a ahorrar energía para tratar de evitar cortes en muchas partes del estado y la vecina Nevada bajo advertencias de olas de calor excesivo.

El Servicio Meteorológico Nacional dijo que Death Valley, California, alcanzó una temperatura extremadamente alta que llegó a los 53 grados Celsius.

Más al norte, los funcionarios de la provincia canadiense occidental de Columbia Británica reportaron en julio más de 300 incendios activos.

Escaparon de los incendios en Canadá

Miles de personas escaparon de los incendios forestales que arrasaron en julio el oeste de Canadá, mientras en Estados Unidos los bomberos combatieron llamaradas que, según expertos, generan sus propios rayos y se retroalimentan.

La provincia canadiense de Columbia Británica fue declarada en estado de emergencia; fueron evacuadas más de 6 mil personas y más 32 mil estuvieron varios días bajo alerta de evacuación. El número de muertos por los incendios y las altas temperaturas ascendió a 780.

Las fuerzas armadas canadienses desplegaron 350 soldados adicionales en Columbia Británica y 120 en Manitoba, una provincia central que también enfrentó grandes brotes.

Los incendios en Estados Unidos

En tanto, al sur de la frontera canadiense, en Estados Unidos, los bomberos combatieron incendios tan grandes que generaban su “propio clima”, dijo Marcus Kauffman, del servicio de gestión de bosques del Estado. El incendio “crea sus propios rayos y se retroalimenta”, agregó.

Casi 80 grandes incendios devastaron cientos de miles de hectáreas en California, Montana y Nevada. Uno de los más impresionantes fue el Bootleg, en Óregon, que quemó en dos semanas el equivalente a la ciudad de Los Ángeles en vegetación y bosques.

En la vecina California, varias localidades fueron evacuadas ante las crecientes llamas del Dixie Fire, un incendio que pudo haber sido causado por la caída de un árbol en las líneas eléctricas de un importante proveedor de electricidad, Pacific Gas and Electric (PG&E).

Esta compañía se había declarado anteriormente culpable de causar el incendio más mortífero en la historia reciente de California, debido a líneas defectuosas, muy cerca de donde el incendio Dixie causa estragos.

Un desastre ecológico

Los incendios que arrasaron 13 estados en el oeste de Estados Unidos y parte de Canadá cubrieron con una densa capa de humo la ciudad de Nueva York, por lo que los expertos sanitarios advirtieron que la calidad del aire en estas condiciones era dañina para la salud.

El índice de calidad del aire subió a 157 en Manhattan, la cifra más alta. El umbral de 100 genera problemas de salud, según datos climáticos de la organización Berkeley Health.

Las autoridades sanitarias advirtieron que las personas vulnerables, incluidas las mujeres embarazadas y los ancianos, pueden experimentar algunas dificultades para respirar, además de irritación de garganta y ojos llorosos cuando se expongan al aire.

Las imágenes publicadas en medios locales mostraban que el sol lucía un rojo anaranjado debido a las condiciones provocadas por la llegada del humo de los incendios.

Las condiciones climáticas se producen después de que al menos 83 incendios forestales arrasaron en dos semanas de julio varios estados en el oeste del vecino país.

Muchos de los incendios todavía están ardiendo, impulsados por los vientos y las altas temperaturas.

“Estamos viendo muchos incendios que producen una enorme cantidad de humo, y para cuando el humo llega a la parte este del país, donde generalmente se diluye, hay tanto humo en la atmósfera de todos estos incendios que todavía es bastante espeso”, dijo David Lawrence, experto del Servicio Meteorológico Nacional.

Los meteorólogos habían advertido que los incendios seguramente llegarían a la costa este del país, y provocarían problemas para la salud.

De acuerdo a las características que tengan los incendios, las nubes de humo pueden viajar por cientos de kilómetros.