El heroísmo épico en clave de mujer
El Colegio Nacional. El género épico, en la tradición literaria, es un campo que se ha perfilado como masculino. Sin embargo, las mujeres siempre han estado presentes en el desarrollo de este género, reinventándolo a través de figuras heroicas femeninas que resultan encarnaciones contemporáneas de Sísifo o Tántalo, cuya existencia está marcada por la soledad y el sinsentido.
Así lo explicó Assia Mohssine, investigadora de la Universidad Blaise Pascal, al dar inicio junto con Vicente Quirate, miembro de El Colegio Nacional, a la jornada académica El heroísmo épico en clave de mujer, que reunió el día de ayer en El Colegio Nacional a Elena Poniatowska, Ana García Bergua, Carmen Boullosa, Raquel Serur, Rosa Beltrán y Juan Villoro para reflexionar sobre el papel de las mujeres en la literatura.
En esta actividad, coordinada por Mohssine junto a Vicente Quirarte y Juan Villoro, ambos miembros de El Colegio Nacional, también se abordó la situación actual de las mujeres y las periodistas en México, figuras heroicas en un país que se ha ido convirtiendo en una “necrópolis” llena de violencia de género y feminicidios.
“El heroísmo de las mujeres en México es, generalmente, invisible; si algo ha salvado a este país de la descomposición son las mujeres”, aseguró Juan Villoro, “el gobierno no hace absolutamente nada para encontrar a los desaparecidos y son las mujeres las buscadoras, las que sustituyen al ministerio público; las mujeres están en distintos frentes dando respuestas heroicas, que no siempre son visibilizadas”.
El miembro de El Colegio Nacional también afirmó que la literatura creada por mujeres, que llega a tener éxito, es relegada por considerarse “light” o sentimental, y publicar se vuelve una tarea muy difícil en un mercado que todavía se encuentra dominado por varones. “Algunas de las mejores ensayistas de nuestro idioma son mujeres”, apuntó Villoro, destacando el trabajo de Cristina Rivera Garza, Sara Sefchovich, Verónica Gerber, entre otras.
“Todas mis novelas han sido una reflexión sobre México, país siempre turbulento”, explicó Carmen Boullosa en diálogo con Villoro, “es imposible imaginar piratas en un país del crimen organizado; ahora me cuesta trabajo ver la aventura, ya no la puedo ver de la misma manera”. La escritora también explicó que la literatura, para ella, es una forma de voltear a ver al otro, de salir de sí misma, recuperar a las mujeres borradas o distorsionadas de la historia. “Creo que cada libro es un reto diferente y exige una reinvención de la lengua”, añadió.
Rosa Beltrán y Ana García Bergua subrayaron la importancia de recuperar y contar historias, la forma de heroísmo más admirable de todas: “ser periodista en este país es arriesgar la vida y ser periodista siendo mujer es arriesgarla mucho más; cuando eres mujer, el heroísmo no sólo está en lo que escribes o lees sino en que tienes que vivir a contracorriente”, comentó Rosa Beltrán, integrante de la Academia Mexicana de la Lengua y actual directora de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.
Sobre el acto de contar historias, ya sea desde el periodismo o la literatura, Ana García Bergua agregó que “el heroísmo de contar, de decir lo que sucede y comunicar” es la principal forma de heroísmo que tenemos ahora. La escritora describió su proceso para construir Isla de bobos, novela que revive la tragedia de la Isla de Clipperton, donde un grupo de mujeres quedó bajo el dominio y abuso de un hombre hasta que fueron rescatadas, esto durante la época de la Revolución Mexicana.
En diálogo con Raquel Serur, profesora e investigadora de la UNAM, Elena Poniatowska compartió algunas anécdotas sobre su vida y su trayectoria, señalando que para ella lo fundamental es servir al otro. “La relación con el ser humano, con un hombre, una mujer o un niño, para mi ha sido la más profunda y la más esencial en mi vida: la de ver vivir a alguien”, manifestó Poniatowska.
“El hecho de hacer entrevistas y crónicas todo el día responde a una gran inseguridad de carácter; también, porque he visto que el periodismo en México, quizá porque no tantos saben leer, llama mucho más la atención que los libros” confesó la escritora y periodista.
Elena Poniatowska recomendó a las personas que quieran escribir a oír distintos relatos de vida, que dan un bagaje de palabras, sensaciones y experiencias que no se podrían tener de otra manera; leyó para el público El recado, cuento suyo incluido en Lilus Kikus, y recordó a Elena Garro, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Demetrio Vallejo, Juan Rulfo, Carlos Monsiváis y a Guillermo Haro, su esposo, quien fuera miembro de El Colegio Nacional.