Turismo, crecimiento urbano y usos de suelo en el caso de Mazatlán, Sinaloa — ecologica
Usted está aquí: Inicio / Artículos / Turismo, crecimiento urbano y usos de suelo en el caso de Mazatlán, Sinaloa

Turismo, crecimiento urbano y usos de suelo en el caso de Mazatlán, Sinaloa

Sheila Arias

Éste podría ser el ejemplo de lo que ocurre en otros destinos de sol y playa del país, que también se enfrentan a los impactos y desafíos que supone el aumento de la población flotante y de la mancha urbana.

En 30 años, la mancha urbana de Mazatlán se extendió más del doble, lo que a su vez ha ocasionado problemas en materia de servicios públicos, movilidad y mayor riesgo de inundaciones en uno de los principales destinos turísticos de Sinaloa y del Pacífico mexicano.

El Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Mazatlán (PMOTDU), publicado en el Periódico Oficial del estado el pasado 30 de octubre, señala que la expansión urbana es el factor más crítico del municipio, luego de que la ciudad creció más del doble (2.39 veces) entre 1990 y 2020.

De igual forma se menciona que ante el cambio climático, y debido al crecimiento de la zona urbanizada, el municipio presenta vulnerabilidad de los asentamientos humanos por inundación y deslaves, situación que organizaciones de la sociedad civil, sectores científicos y académicos han venido advirtiendo.

Tras su publicación, el PMOTDU deja sin efecto el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de 2014 para identificar ahora nuevas necesidades de la ciudad, entre ellas, el impacto de las construcciones verticales, serias preocupaciones en temas de medio ambiente, abasto de agua y una urgente estrategia de movilidad integral. Además de exponer las problemáticas de la ciudad, este documento rector propone soluciones y las bases para el ordenamiento socio-territorial de los próximos 20 años.

Este instrumento rector debe ser tomado en cuenta por el Ayuntamiento al momento de expedir licencias de construcción, cambios de uso de suelo o factibilidad de servicios, entre otros. Cada municipio del país debe contar con instrumentos como este para guiar el crecimiento ordenado de sus ciudades.

¿Cuánto ha crecido la mancha urbana?

Sobre la proliferación de la ciudad hacia la periferia, se detalla que en 30 años, la superficie urbana de Mazatlán se incrementó más del doble. En 1990 se contaba con una superficie urbana total de 3 mil 903.81 hectáreas con 314 mil 345 habitantes, mientras que para el 2020 la superficie territorial ascendió a 9 mil 325.03 hectáreas, contando con 501 mil 441 habitantes, lo que significa que la población se multiplicó 1.60 veces pero la mancha urbana 2.39

Al respecto, el documento señala que esta desproporción “pone en evidencia un proceso de dispersión urbana más allá de lo necesario sin llegar a actualizar de forma proporcional la prestación de los servicios públicos. Este incremento ha provocado varios problemas en la cabecera municipal, como el incremento del parque vehicular, presión para la dotación de servicios públicos e invasiones”.

En la proyección poblacional a futuro, el programa destaca que, si Mazatlán continúa con un crecimiento demográfico bajo como hasta ahora, en 2050 su población podría llegar a 750 mil habitantes; en caso contrario, si el crecimiento es alto, este municipio costero de Sinaloa podría superar el millón de habitantes en esa proyección a largo plazo. Actualmente la población registrada es de 501,441 habitantes, de acuerdo con el censo de 2020 del INEGI.

Factores críticos identificados

El PMOTDU destaca que los esfuerzos de planeación de Mazatlán deben de centrarse en factores críticos, siendo la expansión urbana como el de mayor impacto, seguido por otros como: asentamientos humanos, desarrollos inmobiliarios irregulares y en zonas de riesgo; segregación socio-territorial; cambio de uso de suelo; migración de población, desigualdades entre el campo y la ciudad, incremento de la población, inundaciones, deforestación, sistema de drenaje y manejo de residuos sólidos, y atención de grupos vulnerables.

Además, se indica que debido a la pérdida de los espacios naturales se registra un déficit de áreas verdes, problemas de deforestación y procesos de desertificación del territorio y escasez de agua.

Como dato relevante, el PMOTDU destaca que, ante el cambio climático y debido a la expansión urbana, el municipio presenta vulnerabilidad de los asentamientos humanos por inundación y deslaves.

Alternativas de solución

Entre los principales retos que implica este panorama, se destaca que es necesario vincular el ordenamiento territorial y el desarrollo urbano con el ordenamiento ecológico; mayor control en los cambios de uso de suelo y aplicabilidad de la normativa; reducir la desigualdad territorial, conservar y aprovechar los servicios ecosistémicos de las áreas naturales; definir normas urbanas, garantizar espacios públicos suficientes, prohibir construcciones en zonas de riesgo, sumar participación ciudadana en los sectores de desarrollo urbano e inmobiliario y atender las causas de migración de la población hacia la ciudad.

En este contexto, se dicta que el ayuntamiento debe condicionar los cambios de uso de suelo para futuras construcciones mediante Estudios de Impacto Urbano que ya están considerados en el Art. 160 de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Sinaloa.

Esto representaría mayor restricción de las autoridades al expedir permisos y licencias, en un contexto donde el factor más crítico que enfrenta la ciudad es la expansión urbana acelerada.

También se propone la creación de una Red de Subcentros de Servicios Ambientales integrada por los parques lineales, lagunas y reservas ecológicas de la ciudad para que funcionen como corredores biológicos con presencia de especies vegetales regionales para garantizar la protección al entorno natural ante las nuevas construcciones.

La elaboración de un Estudio de Capacidad de Carga de los servicios públicos que ofrece el municipio es otra de las alternativas que se plantean en este documento rector para regular el crecimiento de asentamientos humanos y mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda.

En este estudio también deben considerarse las capacidades administrativas, técnicas y financieras del gobierno municipal para la prestación de servicios públicos de calidad, eficacia y suficiencia a fin de cubrir las necesidades colectivas, según se indica en la guía de servicios públicos municipales del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.

Que la población conozca los instrumentos de ordenamiento territorial, urbano y ecológico de sus estados y municipios, podría ayudar a vigilar su cumplimiento y al fortalecimiento de la participación ciudadana.

Desde el periodismo especializado en medio ambiente, Son Playas ha incorporado la visión territorial como eje fundamental en la cobertura de las problemáticas socioambientales que se presentan en el ámbito local.

Agradecemos a la Red Mexicana de Periodistas Ambientales y a La Jornada por abrir espacios para hacer visibles las diversas realidades de nuestro vasto territorio nacional, muchas de las cuales, encontrarán puntos de coincidencia con lo que ocurre en este punto del Pacífico mexicano.

Sheila Arias
Redacción Son Playas